Según indicó la Marina estadounidense en un comunicado, una aeronave P-8A Poseidon de EE.UU., que sobrevolaba el miércoles el espacio aéreo internacional, fue interceptada por un avión de guerra ruso modelo Sujoi Su-35 sobre el mar Mediterráneo.
Washington aseguró que la interacción fue “insegura”, al reclamar que el Su-35 realizó una maniobra invertida de “alta velocidad directamente frente al avión de la misión”.
El anuncio llega después de que el Comando Espacial de EE.UU. denunciara la misma jornada que Rusia realizó una prueba de misiles antisatélites de ascenso directo, algo que el jefe de Operaciones Espaciales de la Fuerza Espacial de EE.UU., el general Jay Raymond, consideró una amenaza para los sistemas espaciales estadounidenses.
Raymond afirmó que la medida consistió en “una prueba más de la defensa hipócrita de Rusia de las propuestas de control de armas en el espacio ultraterrestre diseñadas para restringir las capacidades de EE.UU.”.
En enero, Washington también señaló que el satélite-inspector ruso Kosmos-2542 estaba “persiguiendo” un satélite espía estadounidense, unas declaraciones que fueron rechazadas por la Cancillería rusa, que aclaró que EE.UU. hacía tales reclamos para provocar una carrera espacial.
Rusia tiene varios buques militares en el Mediterráneo y una base naval en el puerto sirio de Tartus, desde donde lleva a cabo muchas operaciones contra las bandas terroristas en Siria. No obstante, la Aviación estadounidense realiza con frecuencia misiones de espionaje cerca de la zona.
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