En 24 horas, el número de afectados por el coronavirus en la ciudad de Nueva York (este de EE.UU.) casi aumentó en más del 30 %.
Nueva York está realizando pruebas de infección a todo quien pueda haber estado expuesto al patógeno. El gobernador de la ciudad, Andrew Cuomo, informó que, además de los más de 3400 tripulantes del crucero “Grand Princess”, varado por los numerosos casos de infección entre personas a bordo, hay más de 4000 personas en cuarentena autoimpuesta y medio centenar en cuarentena obligatoria, por lo que el Estado se ve obligado a tomar medidas adicionales.
El Gobierno de Nueva York está también en alerta por la alarma social y el pánico causado por el virus. En este sentido, ha lanzado una fuerte advertencia a quienes tratan de aprovecharse de la situación de emergencia en su propio beneficio.
En Estados Unidos, se confirmaron más de 300 casos de infección y al menos 17 personas murieron por complicaciones relacionadas con el coronavirus. Mientras tanto, el presidente Donald Trump firmó una ley de emergencia aprobada por el Congreso, que desbloquea 8300 millones de dólares de fondos para luchar contra el virus.
Sin embargo, en contradicción con el sector médico, que alerta de la vertiginosa expansión de la enfermedad y la falta de medios, la Administración Trump trata de restar importancia al brote, por miedo a las repercusiones negativas económicas y políticas del brote vírico en su campaña de reelección.
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