De acuerdo con una encuesta realizada por el Instituto público de Investigación de Religión (PRRI, por sus siglas en ingles), uno de cada cinco ciudadanos (22 por ciento) cree que los dueños de negocios y empresas pequeñas en Estados Unidos deben tener permiso para negarse a atender a los musulmanes.
Los republicanos, con un 32 por ciento, en comparación con las personas independientes (20 por ciento) y los demócratas (14 por ciento) son los que expresan su mayor respaldo a permitir que los propietarios de pequeñas empresas se nieguen a dar servicios a los musulmanes.
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PRRI preguntó a alrededor de un millón de estadounidenses y tuvo un margen de error de 3,5 puntos porcentuales.
De igual modo, el 15 por ciento de los estadounidenses cree que los dueños de negocios deben tener permiso para rehusarse a dar servicios a ciudadanos africanos.
Tales tendencias fueron diferentes según el origen étnico y las afiliaciones religiosas, indica PRRI.
Alrededor de tres de cada 10 de los encuestadores (32 por ciento) fueron protestantes, 19 por ciento fueron católicos y 17 por ciento personas sin afiliación religiosa.
Desde que asumió el cargo de presidente de EE.UU., Trump reflejó que los grupos nacionalistas blancos quieren ver: un país donde el racismo está autorizado por su Gobierno, los inmigrantes son expulsados y los musulmanes prohibidos, una filosofía silenciosa que hace ruido provocando que el país se divida.
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De acuerdo con encuestas realizadas antes, la mayoría de los propios estadounidenses creen que Trump es racista y ha provocado un aumento de odio en grupos extremistas blancos.
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