“El USS Green Bay (LPD 20) realizó el 23 de agosto un tránsito habitual por el estrecho de Taiwán de conformidad con las disposiciones del derecho internacional”, ha informado el comandante Reann Mommsen, un portavoz de la séptima flota de la Armada estadounidense.
A través de un comunicado, Mommsen ha señalado que el tránsito del USS Green Bay por las aguas del citado estrecho —de 180 kilómetros de ancho que separa a Taiwán de China— “ha demostrado el compromiso de EE.UU. con un Indo-Pacífico libre y abierto”.
Al respecto, el Ministerio taiwanés de Defensa ha anunciado en un comunicado que las fuerzas militares de su país vigilan de cerca la situación en el estrecho. Sin embargo, no ha hecho mención explícita sobre el navío estadounidense.
A principios del mes en curso, el Gobierno de China negó la solicitud de dos buques militares de Estados Unidos, el USS Green Bay y el USS Lake Erie, para entrar al puerto de Hong Kong.
El USS Green Bay (LPD 20) realizó el 23 de agosto un tránsito habitual por el estrecho de Taiwán de conformidad con las disposiciones del derecho internacional”, ha informado el comandante Reann Mommsen, un portavoz de la séptima flota de la Armada estadounidense.
El buque anfibio de transporte USS Green Bay y el destructor de misiles guiados USS Lake Erie tenían programadas visitas a los puertos en Hong Kong en agosto y en septiembre, respectivamente.
El rechazo a la petición de los mencionados buques norteamericanos ocurrió en medio de las protestas en Hong Kong, de las que Pekín responsabiliza a Washington.
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El envío del USS Green Bay a Taiwán se produce mientras China critica frecuentemente el acercamiento de Washington y Taipéi, en especial, acrecentado desde la llegada del presidente norteamericano, Donald Trump, a la Casa Blanca.
El 16 de agosto, EE.UU. aprobó la venta de aviones de combate F-16 a Taiwán por 8000 millones de dólares. Por su parte, Pekín advirtió de las “consecuencias” de la medida estadounidense, la cual, a su juicio, constituye una injerencia “en los asuntos internos de China” y “socava la soberanía” del país.
China considera a Taiwán como parte integral de su territorio, pese a que la isla ha sido gobernada por sus propios ministros y políticos nacionales desde el final de la guerra civil china en 1949.
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