En la ciudad de Hugo, en el sureste de Oklahoma, dos agentes abrieron fuego contra un hombre, que iba en un camión, del que sospechaban que había robado un restaurante, y tres niños resultaron heridos, ha informado recientemente la agencia estadounidense de noticias KFOR.
“Mi hija de 4 años recibió un disparo en la cabeza, y ella tiene una bala en el cerebro, y mi hija de 5 años tiene una fractura de cráneo […] Mi bebé de 1 año tiene heridas de bala en la cara. Mi hijo de 2 años no recibió impactos de bala”, señaló la madre de los menores a la citada fuente.
Los tres niños heridos y el cuarto que salió indemne estaban todos en el camión con el presunto ladrón. Según declaró el abogado de la familia, los menores fueron enviados al hospital y posteriormente dados de alta. Sin embargo, lamenta, deben vivir con “mucho dolor físico y emocional”.
Mi hija de 4 años recibió un disparo en la cabeza, y ella tiene una bala en el cerebro, y mi hija de 5 años tiene una fractura de cráneo […] Mi bebé de 1 año tiene heridas de bala en la cara. Mi hijo de 2 años no recibió impactos de bala”, señala la madre de los menores a los que disparó la Policía.
Ante tal situación, la comunidad de Oklahoma ha pedido a la Policía que responda de los disparos innecesarios a los menores de edad.
El jueves, un vídeo difundido en las redes sociales reveló cómo un oficial de la Policía del estado Oklahoma disparaba a un menor de edad solo por sospechar que iba armado.
La organización Gun Violence Archive (GVA) ha contabilizado que, entre el 1 de enero y el 29 de octubre de 2018, se produjeron unos 47 467 incidentes relacionados con armas de fuego, que dejaron 12 055 muertos en EE.UU.
Además, de acuerdo con un estudio elaborado por Mapping Police Violence, la Policía de EE.UU. mató a más civiles que a terroristas en 2017.
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