• El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner.
Publicada: jueves, 10 de marzo de 2016 23:18

EE. UU. defendió el jueves sus sanciones a Venezuela luego de que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, decidiera retirar a su encargado de negocios en Washington en respuesta a la medida estadounidense.

El portavoz adjunto de la Diplomacia estadounidense, Mark Toner, señaló que el Departamento de Estado de Estados Unidos aún no ha recibido ninguna “notificación oficial del Gobierno venezolano” que le comunique la retirada del encargado de negocios de Venezuela en Washington, Maximilien Sánchez Arveláiz.

En conferencia de prensa, Toner defendió que el decreto promulgado por el presidente estadounidense, Barack Obama, contiene “sanciones limitadas” a ciertos “individuos” quienes, a juicio del país norteamericano, están teniendo un impacto negativo en Venezuela o “desviando recursos económicos para sus fines personales”.

Las sanciones no están en absoluto dirigidas en contra del pueblo venezolano”, aseguró el portavoz adjunto del departamento de Estado estadounidense, Mark Toner.

Aseguró que "las sanciones no están en absoluto dirigidas en contra del pueblo venezolano”, que EE. UU. sigue teniendo relaciones diplomáticas con el país suramericano y que desea seguir en contacto con todos los sectores, incluida la rama ejecutiva.

Toner dijo que EE. UU. está abierto a un diálogo directo con el Gobierno venezolano para hablar sobre “las áreas de preocupación mutua”, porque quiere “lo mismo que quieren los venezolanos: una Venezuela democrática, próspera, segura y en paz con sus vecinos”.

Maduro ordenó el miércoles el regreso a Caracas de Arveláiz, quien lideraba la embajada venezolana como encargado de negocios desde mayo de 2014, después de que Obama decidiera prorrogar el decreto que señala a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” para la “seguridad nacional” estadounidense.

Tras la declaración inicial el año pasado, Estados Unidos trató de explicar que la acusación de “amenaza para la seguridad nacional” es simplemente la fórmula que deben usar los presidentes estadounidenses para tener una base legal que les permita imponer sanciones, y que realmente no considera una amenaza a Venezuela.

Pero el decreto debilitó aún más los lazos entre ambas naciones, y Maduro acusa a Estados Unidos de injerencia y de contribuir a la desestabilización del país.

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