• Policías toman posiciones en el techo de la prisión de Turi después de un motín, Cuenca, 3 de abril de 2022.
Publicada: sábado, 8 de octubre de 2022 7:08

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) responsabiliza al Gobierno de la crisis carcelaria que vive el país desde febrero de 2021.

El Estado se ha dedicado a contar los muertos, pero no a dar soluciones”, fustigó la Conaie a través de un comunicado publicado el viernes en las redes sociales, en el que precisa que más de 400 personas fueron asesinadas en prisiones de Ecuador desde 2020.

Asimismo, subraya que la inseguridad ciudadana ha aumentado durante el Gobierno del presidente Guillermo Lasso, en el poder desde el 24 de mayo de 2021. Además, menciona la falta de atención necesaria a invertir en obras públicas y los sistemas de salud y educación.

La Conaie pone de relieve que su Asamblea Nacional acusa al equipo de Lasso de incumplir su Plan Nacional de Desarrollo, lo que, a su juicio, se considera la base argumental para promover una revocatoria del mandato.

El mandatario faltó a su palabra al país con promesas falsas en áreas tan sensibles como la educación, salud, seguridad ciudadana, vivienda, empleo, seguridad social y obra pública”, se lee en el comunicado del grupo indígena ecuatoriano.

¿Qué pasa en cárceles de Ecuador?

Ecuador registró en septiembre de 2021 uno de los peores motines carcelarios de su historia, que dejó 122 presos muertos. Según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) de Ecuador, desde febrero de 2021 hasta este octubre se registraron ocho enfrentamientos en las cárceles del país, con un saldo de 373 presos muertos de manera violenta.

La violencia en los centros penitenciarios es un episodio recurrente en el país andino. El último ocurrió el miércoles en una penitenciaría que dejó al menos 13 muertos y 22 heridos.

Mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denuncia que el sistema penitenciario de Ecuador está afectado por el abandono del Estado y la ausencia de una política integral, el Gobierno insiste en que la violencia carcelaria se debe a las luchas internas entre pandillas por el territorio y las rutas del tráfico de drogas.

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