Con esta ceremonia ancestral, se busca definir las acciones a tomar, una vez que el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Jaime Vargas, anunciara la paralización de los diálogos con el Gobierno, y una etapa donde se impone la incertidumbre.
Acusa al Gobierno de instaurarle un juicio por subversión, y de pretender elaborar y apurar un nuevo decreto, de espaldas al movimiento indígena.
La negativa del Gobierno para transparentar los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el estado de las empresas públicas, desbordaron la paciencia.
El Gobierno trata de dar señales de diálogo y tolerancia con el movimiento indígena, manteniendo reuniones y encuentros, con pequeñas federaciones, que no son consideradas por los dirigentes, parte de la Confederación Nacional.
Tema que generó malestar en la dirigencia nacional, quienes hablan de manipulaciones, entreguismo y falta de dignidad.
Otro punto de tensión son las denuncias por violaciones contra los derechos humanos, que apuntan a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, y al Ministro de Defensa, quienes se niegan a renunciar, pese a las proclamas.
Robinson Robles, Quito.
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