En una conversación telefónica mantenida el miércoles con Daniel Ortega, su homólogo nicaragüense, Raisi abogó por potenciar las relaciones entre ambos países, aseverando que las sanciones y las amenazas de EE.UU. no tienen ningún impacto en la firme determinación de los países independientes del mundo.
Tras referirse a las medidas coercitivas impuestas por el país norteamericano contra Nicaragua, Raisi recalcó que Managua hará frente a dichas sanciones tal y como la nación iraní no detuvo su avance pese a las presiones de Washington.
“Estamos seguros de que Nicaragua también puede superar las amenazas y sanciones de Estados Unidos, ya que hoy Washington está en declive y se debilita día a día”, declaró al respecto.
Por su parte, el mandatario nicaragüense expresó su esperanza de que ambos países afiancen más sus lazos y que sean capaces de mantenerse unidos frente al imperialismo. Managua “apoya a la nación iraní en todos los ámbitos internacionales”, apostilló.
La Revolución Islámica de Irán y la Revolución Sandinista de Nicaragua mantienen relaciones muy cercanas entre sus Gobiernos desde el triunfo de sus revoluciones en 1979. Los dos países, conocidos por sus posturas antihegemónicas y antimperialistas, han sido objeto de injerencias y de un régimen duro de sanciones por parte de Estados Unidos.
Ante tal situación, Teherán y Managua subrayan la necesidad de una estrecha cooperación para neutralizar así las sanciones impuestas por EE.UU. contra las dos naciones.
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