• El comandante en jefe del CGRI de Irán, Hosein Salami, habla en una ceremonia en la provincia de Kohkiluye y Boyer Ahmad, 8 de septiembre de 2024.
Publicada: lunes, 9 de septiembre de 2024 1:52

El comandante en jefe del Cuerpo de la Guardianes de la Revolución Islámica asegura que Israel probará la amargura de la venganza de Irán por sus actos crueles.

Israel y sus aliados no deben pensar que pueden atacar y luego huir, sino que deben saber que serán atacados y no podrán escapar de las represalias”, ha enfatizado este domingo, el general de división Hosein Salami, número uno del CGRI de Irán, en una ceremonia en la provincia suroriental de Kohkiluye y Boyer-Ahmad.

Destacando el poder y la grandeza de la nación iraní, Salami ha declarado que “estamos seguros de que terminaremos esta historia por la gracia de Dios” y que “la venganza se llevaría a cabo de otra manera”.

El militar de alto rango iraní ha destacado también las protestas masivas contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por su fracaso en asegurar la liberación de los cautivos en Gaza.

Al respecto, ha señalado que los israelíes no pueden continuar con su vida política y que hay signos visibles del fin de su existencia política mientras la pesadilla de la acción decisiva de Irán sacude al régimen día y noche.

 

En referencia al odio mundial hacia el régimen israelí, Salami ha subrayado que Palestina está creciendo y su identidad se ve en el corazón de Europa y sigue viva en los corazones de los musulmanes.

Las advertencias del comandante en jefe del CGRI son una aparente referencia a la reiterada promesa de Irán de tomar represalias por el asesinato del jefe del Buró Político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, en un ataque israelí en Teherán, capital persa, el 31 de julio.

Tras el incidente, el líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, prometió que la República Islámica daría una “respuesta dura” a dicha atrocidad.

Haniya fue asesinado junto a uno de sus guardaespaldas en Teherán, un día después de asistir a la ceremonia de juramentación del presidente iraní, Masud Pezeshkian.

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