Los fieles musulmanes acuden en masa al monte de Arafat —donde el profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él) predicó su último sermón—. Este ritual es el más importante del Hach, uno de los pilares del Islam, obligatorio al menos una vez en la vida para cada musulmán cuya salud y recursos se lo permitan.
Los peregrinos suben desde muy temprano a la colina y permanecen hasta la noche rezando y recitando el Corán para expiar sus pecados.
¡El viaje de tu vida!
– Dentro del Haramain (@insharifain) 15 de junio de 2024
Hujjaj derrama sus corazones ante su Señor en Arafat #Hajj pic.twitter.com/d7M6Tc2DHC
Cerca de dos millones de fieles musulmanes de todo el mundo comenzaron el viernes los rituales del Hach. Esa jornada, todos vestidos con el “ihram” —dos piezas de tela blanca sin costura para los hombres y una túnica larga para las mujeres— realizaron el primer ritual de la peregrinación, denominado “Al-Tarwiya” (la revelación).
Luego de permanecer en Arafat, los peregrinos se dirigirán a la localidad de Muzdalifa, donde pasarán la noche y recogerán guijarros para arrojarlos en el ritual de la simbólica “lapidación del Satanás”, que marca el comienzo de la festividad del Eid al-Adha, o la gran fiesta musulmana del Sacrificio.
Después, los peregrinos regresan a La Meca para realizar un “tawaf” de despedida, dando siete vueltas alrededor de la sagrada Kaaba (Casa de Dios), el lugar más sagrado del Islam.
La Kaaba es un edificio cúbico de piedra situado en la Mezquita Al-Haram (la Gran Mezquita) de La Meca y los musulmanes rezan cinco veces al día en la dirección a este lugar, lo que se conoce como Qibla, independientemente de la parte del mundo en la que se encuentren.
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