Según ha informado la agencia de noticias británica Reuters, el Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano ha avisado la madrugada de este viernes que, si Washington y Seúl realizan los ejercicios programados, enfrentarán una fuerte reacción.
“Los simulacros planificados entre EE.UU. y Corea del Sur conducirán a una escalada de tensión en la región”, ha enfatizado.
Entretanto, un portavoz de la Cancillería norcoreana ha calificado a Washington y Seúl de los principales culpables de la inestabilidad de la península, y ha arremetido contra el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) por hacer la vista gorda, mientras que EE.UU. intenta convertir la zona en una base militar.
Además, ha considerado “lamentable” el silencio que guarda la comunidad internacional ante el comportamiento injusto de EE.UU., aseverando que, si el CSNU no toma una medida adecuada al respecto, Pyongyang, lo hará.
“Si el Consejo de Seguridad también se deja llevar por EE.UU. en adelante, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) se verá obligada a reconsiderar las medidas de acción adicionales, por no hablar ya de la categoría de actividades militares rutinarias (...) Si EE.UU. opta por exhibir la fuerza y responder a todo con la fuerza, la RPDC hará lo mismo”, ha advertido en la nota recogida por la agencia de noticias estatal norcoreana KCNA.
El vocero ha anunciado que los dos aliados planean realizar este año más de 20 entrenamientos militares conjuntos.
Corea del Sur y Estados Unidos han intensificado sus propios ejercicios militares para contrarrestar al Norte, mientras Pyonyang alertado de la escalada de tensiones en la zona por dichos simulacros.
Las autoridades norcoreanas han alertado a Estados Unidos y “sus fuerzas vasallas” de que las amenazas militares que constituyen para región podrían responderse con “fuerza nuclear abrumadora”.
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