Citados por la agencia británica de noticias Reuters, funcionarios estadounidenses han minimizado este lunes la posibilidad de que los cuatro misiles lanzados por Pyongyang fueran misiles balísticos intercontinentales (ICBM, en inglés).
Y su teoría al respecto es compartida por los surcoreanos: un representante del Ministerio de Defensa de Corea del Sur señala que la probabilidad de que se trate de un ensayo de ICBM es “muy pequeña”, pues los proyectiles alcanzaron una altura de “unos 260 kilómetros”.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha informado a primeras horas de hoy lunes de que tres de los cuatro misiles norcoreanos cayeron en aguas niponas, y precisa que se desplazaron por el aire unos mil kilómetros.
En este sentido, el portavoz encargado del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner, ha recordado hoy que el reciente lanzamiento viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que, de hecho, “prohíben explícitamente a Corea del Norte usar tecnología de misiles balísticos”.
A continuación, Toner ha condenado “enérgicamente” la medida de Pyongyang en un comunicado, advirtiendo de que Washington y sus aliados están listos para usar toda la gama de medios a su "disposición contra esta creciente amenaza".
Por otra parte, el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, ha informado de los contactos telefónicos mantenidos con sus pares de EE.UU. y Corea del Sur, Rex Tillerson y Yun Byung-se, respectivamente, y añade que Tokio también pretende compartir su preocupación con Rusia y China por el ensayo de misiles por Corea del Norte.
Hasta el momento, las autoridades norcoreanas no han hecho comentarios sobre el lanzamiento, pero, según los expertos, es una respuesta a las maniobras conjuntas que están realizando estos días EE.UU. y Corea del Sur en la península coreana, consideradas por Pyongyang como una “invasión”.
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