Nuevamente, las madres de Soacha y las víctimas de los mal llamados falsos positivos ocurridos en el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, mostraron la representación artística por la cual no olvidan a sus seres queridos y a los que no se cansaran de homenajearlos.
Los familiares quisieron hacer esta manifestación de las botas, en la sede de la JEP, pues es el ente que está esclareciendo la barbarie que cometieron las fuerzas del estado junto con los paramilitares de las extintas autodefensas de Colombia.
Para algunas víctimas, estos 16 años han sido de incertidumbre y descontento, pues no han podido esclarecer como sucedieron, por qué, y quién dio la orden de que asesinaron a sus familiares.
Estas botas no solo son la simbología de un arte, sino que significan la dignidad y la memoria de las 6402 personas asesinadas en los falsos positivos.
Álvaro Altamiranda, Bogotá
frr/mkh