En su primer discurso pronunciado frente a las Fuerzas Armadas, el primer presidente izquierdista de la historia de Colombia, Gustavo Petro, llamó el sábado a los militares del país a cambiar la concepción de la guerra y avanzar hacia la paz, poniendo fin a medio siglo del conflicto armado.
“Se trata de cambiar la concepción misma [...] lo que se le demanda por parte del pueblo colombiano [...] es un ejército que empiece a prepararse para la paz, que termine, ojalá si lo logramos, como un ejército de paz”, declaró Petro en la Escuela Militar José María Córdova en presencia de la nueva cúpula militar, que nombró el 12 de agosto.
Dijo que su elección como nuevo presidente de Colombia en los comicios del 19 de junio constituye un mensaje y un reclamo popular por “un cambio de rumbo” en el país. Precisó que su Ejecutivo se centrará, con la ayuda de las Fuerzas Armadas, en levantar los “pilares fundamentales de una paz que se vuelva definitiva” y en poner fin a una “violencia permanente” y “una guerra perpetua”.
El jefe de Estado colombiano urgió, además a las Fuerzas Armadas a prepararse para defender la soberanía nacional ante las amenazas que plantean las organizaciones criminales y trasnacionales que se ocupan del narcotráfico.
“Puede afectar nuestra soberanía nacional el empoderamiento de carteles extranjeros de la droga que cada vez dominan más nuestro territorio [...] Ese crimen multinacional puede traer aquí armas más poderosas que las que podemos comprar [...] puede traer mercenarios y extranjeros y volverlos parte de la violencia colombiana”, avisó.
Petro, quien proclama el fracaso de la guerra antinarcóticos, liderada por Estados Unidos, instó una vez más “cambios mundiales en la concepción”. “Mientras se mantenga una política equivocada contra las drogas seguirán los colombianos matándose entre sí”, advirtió el presidente que cree más que nada en impulsar la prevención fuerte del consumo de estupefacientes.
Desde que asumió el cargo a principios de este mes, Petro ha empezado a introducir cambios estructurales en la Policía, las Fuerzas Armadas y en otros sectores de la sociedad para cumplir su promesa de ser un gobierno de paz y de equidad.
Para ello, Petro ha dado los primeros pasos para retomar los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida de Colombia, al tiempo que ha llamado a las bandas armadas del narcotráfico a dejar las armas a cambio de beneficios judiciales.
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