Lo sucedido el domingo es la mayor incursión aérea de las fuerzas chinas en la zona protegida de Taiwán desde que el pasado 4 de octubre China enviara 56 aviones a la ADIZ taiwanesa, según denunció el Ministerio de Defensa de la isla en un comunicado.
Entre los aviones que participaron en la incursión se encontraban cazas J-16 y J-10, un bombardero H-6 y aviones de reconocimiento chinos, según detalla la nota.
Ante tal acción que puso en alerta al Ejército de Taiwán, la isla emitió advertencias por radio y desplegó también su sistema de misiles de defensa aérea con el fin de monitorear las actividades.
La Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán no está definida por ningún tratado internacional y no equivale al espacio aéreo de la isla, sino que abarca un área más extensa que incluye zonas de China continental.
Por eso, el gigante asiático, que considera la isla autogobernada una “provincia rebelde” y parte inseparable de su territorio, envía con frecuencias aviones de combate a esa zona como parte de una demostración de poder a las fuerzas separatistas en Taiwán y una advertencia a Estados Unidos, considerado el principal suministrador de armas de la isla.
El accionar de China se produce después de que Estados Unidos y Japón llevaran a cabo ejercicios militares en el mar de Filipinas, según la Armada estadounidense.
Últimamente, Washington y Tokio han desatado la tensión con Pekín, expresado su compromiso con defender a Taiwán en caso de un conflicto con China.
El gigante asiático en repetidas ocasiones ha instado a EE.UU. a que respete el principio de “una sola China” y ponga fin a todos sus lazos económicos y militares que mantiene con el gobierno autónomo de la isla. Es más, advierte que está listo para entrar en guerra si tratan de independizar a la isla.
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