El 11 de septiembre de 1973 se consolidó una parte de la intervención política norteamericana contra Chile, reconocida por los propios Estados Unidos, provocando, durante estas fechas, fuertes críticas y condenas.
Al conmemorarse 50 años del Golpe cívico-militar de Chile, queda en evidencia la responsabilidad de Estados Unidos para imponer una dictadura de 17 años, motivo de condena en la nación afectada.
Las críticas apuntan a la negación política del origen golpista, reconocido, posteriormente, por Estados Unidos.
La responsabilidad norteamericana no solo se circunscribe a los años 70s, sino que se prolonga en el tiempo, hasta hoy.
Un planteamiento para contrarrestar a Estados Unidos es la creación de movimientos populares.
Manuel Arismendi, Temuco
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