En una entrevista concedida este miércoles a la cadena de televisión rusa RT (Russia Today), Patricia Arce, alcaldesa del municipio de Vinto, en Cochabamba (centro del país), ha indicado que “va a faltar tiempo para poder reconstruir” lo que los miembros del gobierno de facto han “destruido” a nivel social, económico y político en Bolivia.
Asimismo, Arce, que ha salido elegida senadora por el partido Movimiento al Socialismo (MAS), ha afirmado que el Gobierno del nuevo presidente de Bolivia, Luis Arce, trabajará duramente “para que los culpables tengan que pagar por los hechos de corrupción, por los hechos de masacre y por todas las violencias”.
Arce, que se está preparando para tomar su curul en la Asamblea Legislativa Plurinacional, ha manifestado que, a pesar de ser secuestrada, agredida y humillada por los opositores a Morales, no entrará “con ánimos de venganza” contra sus agresores, sino que, trabajará por “todos” los bolivianos para que nunca más ningún ciudadano pueda sufrir.
En otra parte de sus declaraciones, Arce ha cargado contra el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien, “muy irresponsablemente”, formuló acusaciones de un supuesto fraude electoral por parte del depuesto presidente boliviano, Evo Morales.
En esta misma línea, Arce ha subrayado que, una vez que asuman sus funciones, los parlamentarios electos por el MAS pedirán que la Justicia de Bolivia investigue y penalice a quienes hayan participado en los actos violentos que se desataron en el país sudamericano el 20 de octubre de 2019, después de que la oposición desconociera los resultados de los comicios, en los que resultó reelecto el exmandatario boliviano.
Arce se hizo conocida internacionalmente el año pasado, después de que el 6 de noviembre de 2019, durante las violentas protestas registradas en Bolivia, un grupo de agresores la sacara a la fuerza, la arrojara pintura roja en la cabeza, la cortara el cabello y la obligara a caminar descalza por las calles.
El domingo, el candidato del MAS a la Presidencia de Bolivia, Luis Arce, logró alzarse con la victoria en la primera vuelta de las elecciones, después de un año, cuando la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, y la oposición del país orquestaron un golpe de Estado contra Morales, suceso tras el cual, el líder indígena renunció a su cargo para evitar más actos violentos en el país sudamericano.
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