Se trata del cabo Moti Rafe, un operador de vehículos de ingeniería pesada en un batallón de ingenieros de la Brigada Givati, según constata el ejército usurpador israelí bajo la cláusula de “permiso para publicar”, publicado este jueves.
El comunicado del ejército sionista agrega que el soldado murió como resultado del disparo de un misil antitanque contra una topadora D9 en uno de los combates en el sur del sitiado enclave costero palestino.
Así, la cifra de las bajas reconocidas entre las filas del ejército de la entidad ocupante desde el comienzo de la histórica operación Tormenta de Al-Aqsa, lanzada por la Resistencia palestina el pasado 7 de octubre, asciende a 688 soldados y oficiales, de ellos 328 desde el inicio de la ofensiva terrestre del régimen sionista contra la franja asediada.
Aunque el régimen de Israel intensifica sus ataques contra civiles en diferentes regiones de la Franja de Gaza, sobre todo del centro y sur, la Resistencia palestina enfrenta a sus tropas usurpadoras con armas y técnicas adecuadas en cada frente.
Después de 290 días de agresiones sistemáticas, las pérdidas israelíes son considerables, especialmente en las ciudades sureñas de Jan Yunis y Rafah, tanto en equipamiento como en efectivos, muertos o heridos durante los combates.
El miércoles, la Resistencia palestina golpeó varios vehículos israelíes en esas zonas, incluidos tanques Merkava y topadoras D9, y con sus impactos directos obligaron a los helicópteros de la ocupación a aterrizar para evacuar a las tripulaciones, la mayoría con lesiones.
El régimen de Tel Aviv busca oculta sus pérdidas e impone una estricta censura sobre ellas, sin embargo, las declaraciones y escenas documentales divulgadas por la Resistencia en Gaza confirman que las bajas sionistas son mucho mayores de las reconocidas de manera oficial.
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