Esta es la opinión del 64,9 % de los participantes de una encuesta en línea realizada esta semana por HispanTV a través de su página web. Se les preguntaba: “¿Por qué ha desaparecido el periodista saudí Yamal Jashoggi?”.
Jashoggi, columnista del diario estadounidense The Washington Post acudió el 2 de octubre al consulado saudí en la ciudad turca de Estambul y desde entonces no se sabe nada de él. Aunque Riad dice que abandonó la sede diplomática ese mismo día, todavía no demostrado que saliera del lugar. Además, según los turcos, habría sido asesinado y su cuerpo desmembrado transportado a Arabia Saudí o enterrado en el consulado.
Un 25 % de los lectores responde que la desaparición del periodista del diario estadounidense tendría que ver con su posición crítica ante el régimen de Arabia Saudí.
Conforme a los resultados del sondeo, un 9,8% de los participantes relaciona la desaparición de Jashoggi con los esfuerzos de dicho régimen para intimidar a la disidencia del país árabe.
La desaparición del periodista ha desatado una ola de críticas contra Riad. Un funcionario gubernamental turco, citado el jueves por The Washington Post, dijo tener pruebas de audio y vídeo, según las cuales, el desaparecido Jashoggi fue asesinado en el consulado saudí.
Asimismo, según la información publicada este sábado por un periódico de Turquía, Jashoggi habría grabado su propia muerte.
El columnista saudí activó la función de grabación de su dispositivo Apple Watch antes de ingresar al consulado en Estambul, afirma el rotativo Sabah.
Los momentos de su interrogatorio, tortura y asesinato quedaron registrados en el audio y se enviaron tanto al teléfono como a iCloud, ha informado el periódico. Esta fuente turca también concreta que se grabaron las conversaciones del equipo que estaría involucrado en el presunto asesinato.
Riad sufre constantes críticas por violar los derechos humanos de los activistas y los periodistas que son contrarios a su política. La monarquía árabe tiene tras de sí un negro historial de ejecución de opositores (entre los que destaca el prominente sheij chií Nimr Baqer al-Nimr) y del uso de la tortura.
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