En una marcha denominada ‘Voces de Libertad y Soberanía’, los manifestantes recorrieron el domingo el antiguo estadio de la ciudad y las calles circundantes de Adís Abeba, la capital, entre otras ciudades, gritando “Manos fuera de Etiopía”, mientras censuraban las sanciones que el Gobierno norteamericano anunció el 23 de mayo contra las autoridades del país africano, a raíz del conflicto contra los rebeldes en la región norteña de Tigray.
“Estados Unidos no debe interferir en los asuntos de nuestro país”, coreaban grupos de jóvenes durante la movilización.
Según informa el sitio web de la cadena británica BBC, los participantes, enarbolando pancartas antiestadounidenses, llevaban las imágenes del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, en una muestra de elogio y respeto.
Photos of @AbiyAhmedAli organized propaganda rally in Addis Ababa.
— Anthon ወዲ ጉማ (@Anthon_1st) May 30, 2021
Pro @AbiyAhmedAli supporters pulled the U.S. Flag on the ground.@SecBlinken @POTUS@StateDept @SenateForeign @HouseForeign @USAmbUN @CanadaFP @ChrisCoons @SenBooker @USEmbassyAddis pic.twitter.com/2SSbc8Og1d
Los indignados etíopes se congregarán este martes frente a la embajada de Estados Unidos en Adís Abeba y presentarán una protesta por escrito al representante del país norteamericano.
¿Cómo surgieron las tiranteces?
Desde el pasado 4 de noviembre, las tropas del Ejército etíope llevan a cabo una gran ofensiva contra las fuerzas del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés) en la norteña región de Tigray, en respuesta a un ataque a las bases militares del Ejército etíope, atribuido a los grupos armados afines a dicho frente.
El desencuentro entre las partes se debe a que el ejecutivo de la región de Tigray, que controlaba la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF, por sus siglas en inglés), una alianza sustentada en las etnias, la abandonó en 2018 por desavenencias tras la llegada del premier etíope, Abiy Ahmed, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2019.
Desde entonces, los combates en Tigray han acabado con la vida de cientos en ambos bandos y provocado el desplazamiento forzoso de más de 14 000 personas al país vecino, Sudán. Una situación que ha elevado la alarma internacional sobre una posible guerra civil en el corazón del Cuerno de África.
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