Detrás de la Razón: Rusia-EEUU: Escalada de tensión
“¿Cree que Vladimir Putin es un asesino?”, le pregunta George Stephanopoulos en una entrevista exclusiva en la cadena de televisión ABC. “Hmm, lo creo”, así responde el presidente Biden. “¿Qué precio debe pagar entonces?”, señala el entrevistador. “Pagará un precio…”, sentenció Biden, sin especificar nada.
Tras este nuevo episodio en las ya tensas relaciones ruso-estadounidenses, Moscú llamó a su embajador en Washington, Anatoli Antonov, a consultas para revisar dichas relaciones bilaterales.
Por su parte, el presidente ruso solo ha contestado, deseando «buena salud» para Joe Biden.
De esta manera la Casa Blanca y el Kremlin vuelven a tocar fondo. Sin embargo, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, asegura que la estrategia de presión y sanciones elegida por Estados Unidos contra su país no tiene posibilidades de éxito y argumenta que las "terribles declaraciones" de Biden obligan a Rusia a repensar sus lazos con el país norteamericano.
Aún reina la incertidumbre sobre lo que pasará y las decisiones del mandatario ruso sobre cuándo regresará el diplomático a territorio estadounidense.
Medios y analistas por el mundo no han dejado de lanzar aristas sobre el temor de un nueva guerra fría entre ambos países. Según alega el país euroasiático, su voluntad no es crear condiciones que propicien una nueva guerra fría, pero acusa a Estados Unidos de llevar a cabo una «política poco constructiva» que ha llevado a una especie de callejón sin salida en los últimos años.
Aún así desde la Casa Blanca, la portavoz, Jen Psaki, ha dicho que las relaciones van a cambiar y que EE.UU. será directo en las áreas que le preocupan.
Por supuesto, esos puntos de divergencia entre la relación de ambos no son pocos, particularmente desde el 2014, cuando la península de Crimea pasó de Ucrania a Rusia, sumado a las acusaciones de injerencia electoral, la competencia geopolítica activa, casos como el del opositor ruso Alexei Navalni en los que Washington ha intentado tener injerencia, y los más recientes fortalecimientos de lazos entre Rusia y China, considerada por EE.UU. como su rival número 1, y la diatriba de hace meses para renovar el tratado sobre armas estratégicas, han ido siendo caldo de cultivo para la situación actual, que ha explotado con la retórica del nuevo mandatario demócrata.
Mientras Rusia sigue revisando con su embajador las relaciones, se estima que desde Washington se preparan nuevas sanciones que afectarían a los líderes rusos, aunque la mayoría de esas personas ya venían siendo objeto de vetos.
Lo cierto es que frente a lo que ha sido la política unilateral de EE.UU. remarcada por la Administración Trump, el canciller ruso destacó que Rusia y China fortalecerán la “cooperación estratégica” para encarar la “hegemonía, el acoso y la arbitrariedad” y que ambos países tratarán de contrarrestar la hegemonía estadounidense a nivel global en un frente que consiste, incluso, en quitar protagonismo al dólar.
Quizás, este factor pese más para el discurso desde la potencia norteamericana hacia el Kremlin, que lo dicho días atrás por su presidente.
En esta edición de Detrás de la Razón pondremos el foco del debate junto a nuestros expertos en la materia, en esa escalada de tensiones ruso estadounidenses, y el futuro del accionar de ambas potencias que de alguna manera influenciaría en el planeta entero.
Por: Danny Pérez Díaz
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