“El primer caso confirmado de coronavirus en Yemen es un golpe devastador en un país que está mal equipado después de cinco años de brutal conflicto”, advirtió el sábado el director de Oxfam para Yemen, Muhsin Siddiquey.
Las autoridades sanitarias yemeníes confirmaron el viernes la detección del primer caso de la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) en Yemen, donde se expande la mayor crisis humanitaria del mundo, debido a la agresión que impone desde marzo de 2015 Arabia Saudí y sus aliados.
Al respecto, el alto cargo del organismo británico alertó que actualmente solo la mitad de los centros de salud de Yemen está en funcionamiento y hay una escasez generalizada de fármacos, equipos y personal médicos.
Tras denunciar que más de 17 millones de personas no tienen acceso a agua limpia, Siddiquey señaló que, para millones de yemeníes que viven en campamentos y refugios llenos de gente, el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos son extremadamente difíciles.
“La propagación del coronavirus mientras se reduce la ayuda a partes del país podría ser catastrófica para millones de personas que ya viven al borde”, alertó.
Debido a tal situación, Siddiquey instó a todas las partes a acordar un alto el fuego permanente que ponga fin a la guerra y permita el acceso humanitario completo y seguro a Yemen a fin garantizar que las familias tengan mejores oportunidades para combatir el virus mortal.
Un informe ha revelado que el coronavirus fue llevado a Yemen por militares estadounidenses y mediante un plan urdido por EE.UU., el Reino Unido y Arabia Saudí que, entre otras metas nefastas, busca obligar a los yemeníes a aceptar la tregua unilateral que Riad declaró el miércoles.
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