Las fuerzas del Ejército y del movimiento popular Ansarolá de Yemen llevaron a cabo el lunes una operación a gran escala contra las posiciones militares de Riad en la aldea de Khub al-Shawf en la provincia de Al-Jawf, sita en el norte de Yemen.
Con potentes ataques de artillería, las fuerzas yemeníes pudieron hacerse con el control de siete centros militares que estaban en manos de los mercenarios pagados por la monarquía árabe en la citada zona fronteriza con el sur del territorio saudí, informó la cadena de televisión local Al Masirah.
A causa de esta ofensiva de las fuerzas del Ejército y de los comités populares yemeníes, un gran número de mercenarios saudíes resultaron heridos y muertos, incluidos altos comandantes, agregó el medio.
Esta operación forma parte de una serie de ataques de represalia que protagonizan las fuerzas yemeníes para repeler la agresión saudí, iniciada en marzo de 2015, en contra del país más pobre del mundo árabe.
La guerra liderada por los Al Saud ha tenido como blanco a los civiles, niños y mujeres yemeníes y ha dejado más de 60 000 muertos entre la población autóctona, y según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la agresión a Yemen dejará unos 233 000 muertos hasta finales del año en curso.
El domingo, la Fuerza Aérea de Yemen lanzó un ataque con un dron Qasef-2K contra un desfile militar de mercenarios de Arabia Saudí en el campamento militar de Ras Abas en la ciudad portuaria de Adén, en el suroeste de Yemen.
El Ejército y Ansarolá han advertido una y otra vez a los países agresores que los “objetivos legítimos” de sus hombres no se encuentran solo en el interior del suelo yemení, sino también en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). De hecho, en varias ocasiones, las fuerzas yemeníes han lanzado ofensivas contra posiciones vitales en Riad (capital saudí).
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