El general retirado Patrick Cammaert y la delegación que le acompaña han llegado este domingo, en un convoy terrestre, a la ciudad portuaria de Al-Hudayda, ubicada en el oeste de Yemen.
El militar holandés estuvo previamente en la capital yemení, Saná, en manos del movimiento popular yemení Ansarolá, y en Adén (suroeste), bajo control de las tropas afines al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, apoyado por Arabia Saudí.
Al-Hudayda, principal punto de acceso de ayuda humanitaria a Yemen, ha sido durante meses blanco de una brutal ofensiva de Arabia Saudí y sus aliados. Esta y otras ciudades del empobrecido país árabe no han estado a salvo de los bombardeos saudíes pese a la tregua recientemente convenida.
Hasta el momento se han registrado 223 violaciones del alto el fuego por parte de Arabia Saudí y sus aliados desde la entrada en vigor —el 18 de diciembre— de lo pactado en Estocolmo, capital sueca, según afirman tanto el portavoz del Ejército yemení, el general de brigada Yahya Sari, como organizaciones humanitarias internacionales.
Durante su estancia en Adén, el general Cammaert “urgió” el sábado a las milicias afines a Hadi y a las fuerzas lideradas por Arabia Saudí, que “respeten la tregua” en Al-Hudayda y colaboren con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “para asegurar el envío de ayuda humanitaria”.
Cammaert señaló, además, que “el fracaso o el éxito de los acuerdos de Suecia depende únicamente de las dos partes” yemeníes.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) aprobó el viernes la resolución 2451, que incluye el despliegue de un equipo avanzado para supervisar la implementación del acuerdo de tregua alcanzado con mediación del ente internacional.
El acuerdo de Suecia puede facilitar el acceso de la población yemení a la ayuda humanitaria, una asistencia que necesitan 20,7 millones de yemeníes de una población total de 27,7 millones de personas, conforme a la ONU.
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