Faltan menos de dos semanas para la primera vuelta de las presidenciales en Francia. La campaña electoral comenzó con la colocación de carteles de los candidatos en las calles de ciudades y poblados del país. Once candidatos se esfuerzan para captar votos de unos 45 millones de franceses.
Según las últimas encuestas, la líder del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, y el candidato centrista proeuropeo Emmanuel Macron, parten como favoritos.
La primera jornada de la campaña vivió cruce de acusaciones entre los candidatos. Macron acusó a Le Pen así como al conservador François Fillon y al izquierdista Jean-Luc Melenchon de fascinarles al presidente ruso, Vladimir Putin.
Por otro lado, tanto Macron como Fillon y otros candidatos, criticaron a Le Pen por su postura anti-Europea. La líder ultraderechista, a su vez, acusó a sus rivales de instrumentalizar sus declaraciones. Además, volvió a hacer comentarios incendiaros contra los musulmanes y los refugiados.
Esta guerra verbal se produce en unas elecciones consideradas como las más inciertas en la historia reciente del país. Según un sondeo, uno de cada tres franceses no ha decidido aún a quién votará o afirma que puede aún cambiar de opción.
Asimismo, casos de corrupción en los que han estado involucrados candidatos como Le Pen y Fillon han empañado la campaña electoral.
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