“Invitamos a Estados Unidos a revisar esta decisión injusta de sanciones (...) y reafirmamos nuestra disposición a tratar la cuestión por la vía del diálogo y la diplomacia, de conformidad con el espíritu de la alianza”, comunicó el lunes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía en un comunicado.
Las mencionadas sanciones “inevitablemente tendrán un impacto negativo en nuestras relaciones, y (Turquía) tomará represalias de la manera y en el momento que considere apropiado”, agregó la Cancillería.
Turquía también refutó el supuesto “peligro para la seguridad” que representan los misiles rusos para el sistema de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tal y como alega el jefe de la Diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, justificando el motivo de las sanciones.
Previamente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó tras una reunión de su gabinete que Turquía espera “apoyo y no sanciones” en su batalla contra “las organizaciones terroristas” por parte de su aliado de la OTAN.
Mike Pompeo informó el lunes, la imposición de sanciones a la agencia gubernamental turca encargada de las compras de armas y a la Presidencia del Departamento de la Industria de Defensa, así como a otros individuos, por haber adquirido el sistema antimisil ruso S-400.
Según informa la agencia británica de Reuters, los analistas indican que esta medida dirigida puede enclaustrar principalmente la economía turca en general.
Por otra parte, Teherán y Moscú condenaron la medida de Washington. El premier iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha hecho una referencia a “la adicción de EE.UU por las sanciones” y ha condenado severamente este martes la medida unilateral contra Turquía en su cuenta de Twitter.
Asimismo, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, describió el lunes los recientes embargos de la Casa Blanca contra Ankara como “una actitud arrogante” hacia el derecho internacional y una nueva manifestación de las medidas coercitivas unilaterales e ilegítimas por parte de Washington.
nsh/lvs/ftn/mkh
