“Por una parte ustedes están con nosotros en la OTAN y, por otra, buscan golpear a su aliado estratégico por la espalda. ¿Es aceptable algo así?”, ha cuestionado Recep Tayyip Erdogan, refiriéndose a la Organización de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la cual es miembro junto a EE.UU.
Durante un discurso ofrecido este lunes en Ankara (capital turca), Erdogan ha denunciado que su país está bajo un “asedio” económico que no tiene nada que ver con sus indicadores económicos.
“Los matones del sistema global no pueden invadir duramente y descaradamente nuestras ganancias que fueron pagadas con sangre”, ha agregado, en una clara alusión a Estados Unidos.
A este mismo respecto, el mandatario turco ha puesto de relieve que esperaba que continúen los ataques a la economía de Turquía; no obstante, ha pronosticado que la lira volverá pronto a “niveles racionales”.
Por una parte ustedes están con nosotros en la OTAN y, por otra, buscan golpear a su aliado estratégico por la espalda. ¿Es aceptable algo así?”, declara el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante un discurso ofrecido en Ankara (capital turca).
Estas afirmaciones se producen luego de que la divisa turca cayera frente al dólar estadounidense hasta 4,93, el mínimo histórico. El dato implica una depreciación del 15 %, mientras que el Ministerio del Interior de Turquía acusa a los “enemigos del país” de haber causado la devaluación de la moneda nacional turca.
Ante esta situación, Erdogan había pedido ya a los ciudadanos turcos cambiar el dinero en efectivo que poseen en divisas extranjeras como el euro o el dólar a liras turcas, una medida que tiene como objetivo detener la devaluación de la moneda nacional.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó el viernes duplicar los aranceles estadounidenses sobre las importaciones turcas de aluminio y acero al 20 % y el 50 %, respectivamente y reiteró que esta medida de Washington contra Ankara se debe a que “su moneda, la lira turca, cae rápidamente contra nuestro dólar fuerte”.
En respuesta, Ankara ha advertido a Washington de que las sanciones y la presión no servirán más que para dañar las relaciones entre ambos países y ha asegurado que continuará tomando represalias contra los aranceles de EE.UU.
Las relaciones entre EE.UU. y Turquía se han tensado después de que Washington sancionara a algunos ministros turcos por el caso del pastor estadounidense Andrew Brunson, arrestado en Turquía por “espionaje” y “colaboración con terroristas” en el país euroasiático.
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