“Si las fuerzas del régimen (sirio) entran en Afrin para proteger a las Unidades de Protección Popular (YPG), nadie podrá parar a las fuerzas turcas”, ha aseverado este lunes Cavusoglu durante su visita oficial a Amán.
De este modo, Cavusoglu ha advertido de que las fuerzas turcas y sus aliados –que ya han avanzado más de 300 kilómetros en la región de Afrin– podrían atacar a las sirias, si el Gobierno del presidente Bashar al-Asad decide enviar a sus soldados a esa zona para defender a las mencionadas milicias kurdas que combate Ankara.
El ministro turco, sin embargo, ha asegurado que si el Gobierno sirio despliega un contingente militar en Afrin, con la intención de “limpiar” la región de los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) y el Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo) –cuyo brazo armado son las YPG–, “entonces no habrá problemas”.
Si las fuerzas del régimen (sirio) entran en Afrin para proteger a las Unidades de Protección Popular (YPG), nadie podrá parar a las fuerzas turcas”, ha aseverado el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlu Cavusoglu.
Esta advertencia, que podría traducirse en un enfrentamiento directo entre Siria y Turquía, se produce poco después de que la televisión estatal siria Al-Ekhbariya haya informado de que las fuerzas gubernamentales entrarán en Afrin “en las próximas horas”.
Mediante el envío de soldados y armas a esta región conflictiva, ubicada en el norte de Siria, Damasco quiere contrarrestar los ataques militares del Ejército turco contra las YPG. Estos días se ha reportado que Damasco y los grupos kurdos en Afrin llegaron a un acuerdo para desplegar fuerzas sirias y poder repeler los ataques de Turquía.
El 20 de enero, Ankara y sus aliados del opositor Ejército Libre de Siria (ELS), lanzaron la Operación “Rama de Olivo” en Afrin para destruir a las YPG, consideradas por Turquía como una extensión del PKK, incluido en la lista negra del país otomano.
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