En la simbólica plaza de Los Omeyas, las familias de los soldados sostenían carteles y fotos de sus seres queridos. Su mensaje fue claro: estos soldados habían servido a su país con honor y se vieron atrapados en un fuego cruzado en el que no tenían nada que ver.
Los manifestantes enfatizaron que sus hijos y hermanos simplemente estaban siguiendo órdenes militares, no participando en la política. Pidieron a la nueva administración que muestre misericordia y reintegre a estos soldados a la sociedad.
Las familias también hicieron un llamamiento a las organizaciones internacionales, instando a una intervención inmediata para garantizar un trato humano a los soldados y su posterior liberación. Temen que, sin presión externa, sus voces no sean escuchadas.
Esta protesta marca la primera acción organizada por las familias de los soldados detenidos. La multitud reunida en la plaza de Los Omeyas muestra esperanza y desesperación a la vez. Exigen justicia para los soldados que, según creen, han sido injustamente castigados.
HispanTV, Damasco
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