El taller clandestino para fabricación de municiones químicas fue hallado cuando los soldados recorrían la aldea Aftris, ubicada en la región de Guta Oriental después de que los militantes se retiraran de este pueblo, ha explicado Firas Ibrahim a los periodistas.
“Al parecer los terroristas fabricaban los proyectiles en el marco del plan de provocaciones para acusar a las fuerzas gubernamentales del empleo de armas químicas”, ha asegurado el militar sirio.
Eso se produjo un día después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, advirtiera al Gobierno sirio por un supuesto ataque con armas químicas en su territorio.
El sábado, el viceministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal al-Miqdad, había alertado que los grupos terroristas y llamados rebeldes de Guta Oriental se disponían a escenificar un ataque químico en la región, para lo que planeaban sacrificar a varias mujeres.
Al parecer los terroristas fabricaban los proyectiles en el marco del plan de provocaciones para acusar a las fuerzas gubernamentales del empleo de armas químicas”, ha asegurado Firas Ibrahim, un coronel del Ejército sirio a los periodistas.
Desde hace semanas la Guta Oriental, principal bastión de los terroristas en las inmediaciones de Damasco, centra la atención de los países patrocinadores de los terroristas, que acusan “sin fundamento” al Ejército de Siria de “utilizar armas químicas contra los civiles”.
De hecho, el Gobierno sirio ha advertido en reiteradas ocasiones de que los terroristas usan armas prohibidas para culpar a las fuerzas progubernamentales y así tratar de detener lo lucha antiterrorista del Ejército sirio.
Estados Unidos y sus aliados buscan acusar a Damasco del uso de armas químicas contra su propia gente, pese a que el Gobierno sirio entregó en 2014 su arsenal químico a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que confirmó en enero de 2016 la total destrucción de este tipo de armamento.
mkh/ktg/mjs