Los autores del estudio fundamentan su hipótesis en el caso de una mujer embarazada de nacionalidad brasileña que portaba el virus y, en el mes de enero, tuvo un parto que resulto de feto muerto.
Una posible asociación del zika congénito y el daño de tejidos fuera del sistema nervioso central es basamento de los investigadores.
El investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale (EE.UU.), Albert Ko, en un comunicado, explica que estos hallazgos despiertan la preocupación de que el virus puede provocar un daño severo a los fetos y llevar a la muerte fetal, además de que podría estar asociado con otros efectos más allá de los vistos en el sistema nervioso central.
El científico brasileño Antônio Raimundo de Almeida del Hospital General Roberto Santos en Salvador (Brasil) quien ha trabajado con Ko para exponer este caso en la revista especializada y que además ha investigado sobre el zika en Brasil desde mayo de 2015, señala que se necesita seguir trabajando para entender si esto es un hallazgo aislado y para confirmar si el virus del Zika puede causar la muerte fetal.
Hasta ahora el notable incremento de microcefalias en Brasil desde que se reportó la presencia del virus en el país es el hecho más preocupante sobre el actual brote de Zika, que afecta sobre todo a América Latina.

Por el momento no está probada la vinculación del zika con la microcefalia, aunque la preocupación en este sentido cada vez es mayor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el actual brote de Zika una emergencia de alcance internacional y ha estimado que el virus podría afectar a cuatro millones de personas.
Por otra parte la hidropesía fetal forma parte del estudio de secuelas del virus, esta es una afección grave que ocurre cuando se acumulan cantidades anormales de líquido en dos o más zonas del cuerpo de un feto o recién nacido y a menudo ocasiona la muerte del bebé poco antes o después del parto.
Otra enfermedad poco común es la hidranencefalia, la cual los hemisferios cerebrales no están presentes y son sustituidos por sacos llenos de líquido cerebroespinal. La mayoría de los niños con esta dolencia muere antes de cumplir un año, también esta siendo tomada en cuenta como posible consecuencia del virus de Zika.
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