Según la agencia de noticias rusa Utro.ru, el avión no tripulado Ojotnik-B (Hunter-B) ha realizado una misión secreta durante últimos días con el fin de descubrir si podía pasar desapercibido por los radares de sistemas antiaéreos estadounidenses.
Por el momento, ni Washington ni Moscú se han pronunciado respecto a la operación y tampoco se sabe cuándo y dónde tuvo lugar la operación de inteligencia secreta.
Conforme a medios rusos, se supone que Hunter-B puede portar armas nucleares, que pueden ser bombas de alta precisión, entre ellas el B-61-12, así como misiles de crucero.
El dron ya había realizado misiones en septiembre pasado cuando voló, junto a un caza Su-57 de quinta generación. “El vehículo aéreo no tripulado Ojotnik efectuó su primer vuelo conjunto con un avión de quinta generación Su-57. Como parte de este programa de prueba, el dron Ojotnik realizó un vuelo en modo autónomo en su configuración completa, entrando en el área de alerta aérea”, detallaba entonces el Ministerio ruso de Defensa.
Tras tensiones entre Rusia y Estados Unidos, Rusia alertó a los países miembros de la la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que se mantengan alejados del “patio trasero polar” ruso para evitar una confrontación bélica.
Así que Rusia probó los sistemas de defensa de bases militares de EE.UU. para estar preparado ante un posible ataque a estas bases.
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