En un comunicado difundido este lunes, el Ministerio de Exteriores de Rusia lamenta que parte de la ayuda humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el campamento de Rukban, en el sur de Siria, acabara recientemente en manos de extremistas.
Según la Cancillería rusa, en operaciones antiterroristas en la provincia meridional de Al-Sweida se han encontrado paquetes de alimentos en regiones ocupadas por el grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
A pesar de un llamamiento de la ONU a tener en cuenta los fallos cometidos con el primer convoy, avanza el comunicado, Washington insiste en el mismo procedimiento, reclamando que se implique a grupos extremistas en la distribución de cargas humanitarias.
“Por nuestra parte, suponemos que continuar con la práctica de abastecer a extremistas a quienes ya no les falta nada, como de hecho lo proponen los socios estadounidenses, es absolutamente inaceptable”, recalca la Cartera.
Por nuestra parte, suponemos que continuar con la práctica de abastecer a extremistas a quienes ya no les falta nada, como de hecho lo proponen los socios estadounidenses, es absolutamente inaceptable”, estima el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
El campo de refugiados de Rukban, que alberga a unas 50 000 personas, está en la región controlada por tropas estadounidenses de Al-Tanf, cerca de la frontera con Jordania. Washington cuenta con una base sin el permiso del Gobierno de Siria en la zona, donde también operan varias facciones armadas y grupos terroristas.
Que Rukban haya llegado a un callejón sin salida es responsabilidad del Gobierno estadounidense, pues Washington “ocupa ilegalmente esa región de un Estado miembro de la ONU”, señala la declaración de la Diplomacia de Moscú.
El representante del departamento ruso de Defensa para el alto el fuego y los asuntos humanitarios, Yuri Tarásov, ha criticado que los medios de comunicación no tengan acceso a la zona. A juicio de Tarásov, los estadounidenses usan los problemas humanitarios del campamento para legitimar su presencia militar en el sur de Siria.
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