"No existe prueba alguna del uso de armas químicas por (Bashar al-) Asad y estoy profundamente convencido de que fue una provocación", dijo Vladimir Putin en una entrevista al diario francés Le Figaro durante su visita a Francia.
Explicó que después del supuesto ataque químico, achacado al Gobierno de Damasco, Rusia propuso a representantes de Estados Unidos y a todos los que quisieran analizar el aeródromo desde el que supuestamente despegaron los aviones sirios en busca de "trazas" de las sustancias químicas, pero "todo el mundo se negó a esta verificación".
A juicio del mandatario ruso, las acusaciones contra el presidente sirio, Bashar al-Asad, tienen como único objetivo justificar el uso de la fuerza contra Damasco.
Putin también afirmó que "comparte la opinión de su homólogo francés, Emmanuel Macron, respecto a las ‘líneas rojas’ en relación con el uso de armas químicas". Recalcó que está en contra de "cualquier fuerza" que haya utilizado armamento de ese tipo y señaló que, en el caso de Idlib, los culpables podría haber sido alguno de los rebeldes que luchan contra el Gobierno sirio.
"Sea quien fuera el que perpetró el ataque químico, la respuesta de la comunidad internacional y su política deben ser tales que hagan imposible el uso de semejantes armas en adelante", subrayó Putin, además de afirmar que Macron piensa lo mismo.
No existe prueba alguna del uso de armas químicas por Bashar al-Asad y estoy profundamente convencido de que fue una provocación", enfatiza el presidente ruso, Vladimir Putin.
Por último, el jefe de Estado ruso consideró perentorio que “la comunidad internacional establezca una política común y dé una respuesta que prohibiese el uso de armas químicas".
La oposición siria acusó a Damasco el 4 de abril de perpetrar un supuesto ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun, que se saldó con más de 80 muertos. Las autoridades sirias rechazaron la acusación afirmando que todos sus arsenales químicos fueron retirados del país y eliminados en 2016 bajo la supervisión de la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
En represalia por el incidente de Jan Sheijun, EE.UU. atacó el 7 de abril con 59 misiles la base aérea siria de Shairat, en la provincia central de Homs. Paralelamente al bombardeo estadounidense, los terroristas lanzaron una ofensiva contra el Ejército sirio.
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