En la 17.ª sesión del sonado juicio contra 104 miembros del MKO, celebrada este martes en la Sección 11 del Tribunal Penal de la provincia de Teherán, el juez de la corte, el hoyatulislam Dehqani Nia, tras señalar los crímenes inhumanos cometidos por el grupo, ha ordenado decomisar los bienes de los acusados.
Al subrayar que el pueblo iraní espera que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su secretario general cumplan con su deber de impedir el terrorismo y enfrentar a quienes lo cometen, el juez ha indicado que los terroristas son enemigos de los pueblos y los 104 miembros del MKO han cometido crímenes de lesa humanidad contra la nación persa.
En este contexto, ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que cooperen con las naciones y gobiernos que son víctimas del terrorismo para lograr una paz justa en el mundo, y que utilicen su autoridad para extraditar y juzgar a los imputados del MKO.
“Si bien, las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas, como la Resolución de 1994 y la Resolución de 2011 del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad, han establecido leyes adecuadas, la actuación de algunos observadores, relatores y representantes de la ONU muestran el doble rasero al tratar con ciertas víctimas del terrorismo”, ha denunciado.
Al señalar que el fenómeno del terrorismo está amenazando la paz, la justicia y la seguridad mundiales, el juez resaltado que la República Islámica de Irán y su sistema judicial están tratando de garantizar más la paz, la justicia y la seguridad.
“Dado que la nación iraní es considerada una de las mayores víctimas del terrorismo, el Poder Judicial iraní ha tomado medidas para combatir el terrorismo mucho antes del incidente del 11 de septiembre en Estados Unidos”, ha remarcado.
El MKO, cuyas manos están manchadas con la sangre de más de 17 000 civiles y autoridades iraníes tras la Revolución Islámica de 1979, ha sido señalado por su participación en la guerra impuesta contra Irán por el régimen baasista iraquí (1980-1988), incluyendo su colaboración con el exdictador Sadam Husein.
En la actualidad, el MKO tiene su base en Albania, donde opera con cierta libertad después de haber sido retirado de la lista de grupos terroristas. Sin embargo, recientemente, las autoridades albanesas llevaron a cabo varios registros en la sede del grupo en las afueras de Tirana, en respuesta a lo que consideran la participación del grupo en "ataques terroristas y cibernéticos" contra instituciones extranjeras.
Entre las acusaciones contra los miembros de Muyahidín Jalq se encuentran los delitos de asesinato, casos de espionaje, suministro de información y secretos del país a agentes extranjeros, además de atacar con misiles a instituciones gubernamentales y residenciales, entre otros.
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