La cabecilla del grupo terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) visitó el viernes Bruselas, capital belga, donde pronunció un discurso durante una concentración de los miembros de la agrupación y sus simpatizantes.
Rayavi aplaudió los disturbios violentos y actos de terrorismo ocurridos el año pasado en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini, y pidió más protestas para derrocar la República Islámica.
“¿Cómo el Gobierno belga, que se autotitula luchador antiterrorista, da tribuna a la cabecilla del Muyahidín Jalq?” que tiene las manos manchadas de sangre de decenas de miles de ciudadanos iraníes inocentes, ha cuestionado este sábado el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, en su cuenta de la plataforma X.
El vocero de la Diplomacia iraní ha dicho que incluso “las instituciones como el Parlamento Europeo reconocen los graves crímenes y asesinatos” cometidos por esta organización terrorista contra el pueblo iraní.
El MKO tiene las manos manchadas con la sangre de más de 17 000 civiles y autoridades iraníes tras la Revolución Islámica (1979). La organización terrorista también luchó en las filas del ejército del exdictador iraquí Sadam Husein durante los ocho años de guerra impuesta contra Irán (1980-88).
Esta organización salió de la lista de los organismos terroristas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en 2009 y 2012, respectivamente.
El grupo, que se refugió en Albania en 2016 tras ser expulsado de Irak, ha sido obligado a abandonar el territorio albanés después de que se destapara la implicación de la banda en “ataques terroristas y cibernéticos” contra instituciones extranjeras.
Irán censura el apoyo del Occidente a esta banda criminal y exige a los Gobiernos occidentales que extraditen a los terroristas para que sean juzgados en tribunales iraníes.
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