• Reza Pahlavi (c), hijo del depuesto Shah de Irán, junto a la gente israelí en Al-Quds (Jerusalén), 18 de abril de 2023.
Publicada: sábado, 22 de abril de 2023 7:54

Reza Pahlavi, el hijo del depuesto Shah de Irán, ha viajado recientemente a los territorios palestinos ocupados. Según sus propias palabras, el objetivo de su viaje era “enviar un mensaje de amistad” y “renovar los antiguos lazos entre Irán e Israel”.

Pahlavi arribó a la entidad sionista el pasado lunes, siendo recibido por la ministra de inteligencia, Gila Gamliel, quien lo acompañó durante toda su visita. Durante su estadía, mantuvo reuniones con el primer ministro Netanyahu y el presidente Isaac Herzog. 

Durante su visita, Reza Pahlavi no hizo ninguna mención sobre la situación en Palestina ni visitó la Mezquita Al-Aqsa, la cual ha sido objeto de repetidos allanamientos por parte de soldados sionistas durante el sagrado mes musulmán de Ramadán. Si se sabe que visitó el Muro de las Lamentaciones y realizó una oración allí. 

A pesar de que Reza Pahlavi ha estado fuera de Irán desde antes de la Revolución islámica de 1979 y no es una figura política relevante dentro de la República Islámica, excepto quizá para algunos nostálgicos, su visita a la entidad sionista arroja luz sobre las similitudes discursivas entre el sionismo y la visión política representada por la dinastía Pahlavi, que podemos llamar “kemalismo”. El kemalismo se refiere a las transformaciones llevadas a cabo por los gobiernos autodenominados musulmanes que socavaron la posibilidad de una agencia política musulmana. 

Tanto el sionismo como el kemalismo, representado por Reza Pahlavi, tienen a Occidente como punto nodal en la construcción de sus visiones políticas. En estas visiones, también se puede identificar el deseo de ser blanco. La blanquitud no se refiere tanto al color de piel o al fenotipo, sino a una estructura y paradigma político. El término “blanquitud” hace referencia a una subjetividad política que se relaciona con el concepto de supremacía blanca, frecuentemente utilizado en la teoría crítica de la raza. Este concepto describe una coyuntura histórica en la que las diferencias sociales, culturales, económicas y filosóficas se reflejan en una jerarquía violenta entre Occidente y el resto. 

La jerarquía violenta y de origen colonial que conecta al sionismo y al kemalismo de los Pahlavis es la misma que los vincula a Occidente como centro de sus visiones políticas, dentro de un marco orientalista que observa a los musulmanes como carentes de agencia. A pesar de esta visión racial, la agencia musulmana fue el factor determinante detrás de la Revolución Islámica, la misma revolución que puso el último clavo en el ataúd kemalista en Irán. Es esa misma identidad política musulmana la que está detrás de la resistencia contra la Entidad Sionista. Podemos afirmar que la República Islámica y Palestina son dos momentos del mismo orden antihegemónico que permite a los musulmanes vivir como musulmanes en el mundo contemporáneo. 

Es por esto por lo que se puede explicar, discursivamente, la visita de Reza Pahlavi a la entidad sionista. Ambos tienen un origen claramente colonial y ambos, el Irán bajo el régimen Pahlavi y la entidad sionista, son considerados como portadores de la civilización occidental y como frontera que defiende y protege el discurso occidental contra el terrorismo, la barbarie de aquellos que buscan derribar esa frontera en nombre del Islam. 

Ambos comparten, igualmente, la idea de que esas fronteras que sirven para separar a los “civilizados” de los “bárbaros”, sirven para delimitar la civilización. Como dice la teórica política Wendy Brown, “más allá de la línea es donde termina la civilización, pero también es donde se permite la brutalidad de los civilizados, donde la violencia puede ser libre y legítimamente ejercida”. 

La violencia, tanto física como epistémica, contra aquellos que habitan fuera de los muros de la civilización, también conecta ambas articulaciones, la Pahlavi y la Sionista. Muchos iraníes aún recuerdan el legado del servicio secreto del padre del Shah, SAVAK. Este servicio secreto era conocido por reprimir a disidentes durante el gobierno respaldado por Estados Unidos del Shah y por su uso de la tortura. El SAVAK fue creado en 1957 con la ayuda de la CIA y el Mossad. 

Durante la visita de Reza Pahlavi, su esposa Yasmin publicó en su cuenta de Instagram una imagen de una joven soldado sionista con el equivalente en farsi del hashtag “mujer, vida, libertad”. Es importante analizar esta imagen en términos discursivos, ya que nos muestra que los Pahlavis ven a la mujer sionista armada como un modelo a seguir, sin tener en cuenta los horizontes éticos de dicho modelo ni la opresión sobre la que se sustenta. 

La visita pone de relieve que nos encontramos ante dos escombros coloniales. Nadie cree que Reza Pahlavi pueda volver al poder en la República Islámica de Irán y tampoco se puede creer la afirmación de Netanyahu hace unas semanas de haber aislado a Irán. Ambos momentos carecen de posibilidades políticas y no ofrecen nada para el futuro más que una repetición de la violencia colonial sobre la que se han construido. 

El sionismo y el kemalismo Pahlavi son inútiles como horizontes políticos. La tragedia es que todavía tienen el poder material, principalmente el sionismo, para continuar infligiendo dolor. 

Por Xavier Villar