“Este movimiento con motivos políticos de Alemania sobre la situación de los derechos humanos [en Irán] es una conspiración organizada que persigue objetivos ocultos y no tendrá resultado”, ha dicho este jueves la directora general para Asuntos Internacionales de la vicepresidenta iraní de las Mujeres y la Familia, Jadiye Karimi.
La funcionaria persa ha realizado tales afirmaciones en una reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) sobre los recientes disturbios en Irán en Ginebra (Suiza) convocada por un grupo de miembros del CDHNU encabezados por Alemania e Islandia, que buscaban una investigación sobre supuestos abusos de derechos humanos durante el manejo de los últimos incidentes en el país persa.
“Las alegaciones y simpatías de Alemania, que suministró armas químicas al régimen de Sadam para su uso contra el pueblo iraní y dejó más de 100 000 iraníes mártires o heridos, son poco realistas e hipócritas”, ha precisado la funcionaria iraní en referencia a entrega de armas químicas por Alemania a Irak durante los ocho años de guerra impuesta por el exrégimen baasista iraquí contra Irán entre 1980 y 1988.
Conforme lamenta Karimi, la cita se celebra a pesar de amplias violaciones de los derechos del pueblo iraní debido a la imposición de sanciones unilaterales por EE.UU. y los países europeos, especialmente Alemania, el Reino Unido y Francia, que se presentan como adalides de los derechos humanos. “Los defensores de los derechos humanos apuntan con las sanciones contra la vida de las mujeres y los niños iraníes”, ha puntualizado.
Ante tal coyuntura, ha añadido, expresar preocupación por la situación de los DD.HH. en Irán y celebrar una sesión especial en el CDHNU “no es más que engaño y fraude”. “Estos países carecen de la calificación moral para predicar a otros y pedir una sesión especial sobre Irán”, ha insistido.
De igual modo, Karimi ha criticado el rol desempeñado por el Occidente para incitar la violencia durante los disturbios y ha lamentado que el CDHNU esté siendo abusado por un grupo de “Estados rebeldes”, describiendo el uso político de los DD.HH. por parte de dichos países como “vergonzoso”.
En varias ocasiones, las autoridades iraníes han denunciado que algunos países utilizan los derechos humanos y mecanismos internacionales como una herramienta para promover sus ambiciones e intenciones políticas, lo que Teherán considera como un enfoque poco constructivo, puesto que perjudica el proceso de mejorar la situación de los DD.HH.
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