“Desafortunadamente, la cultura de dominación ve sus intereses en retener el progreso de otros países. [La hegemonía mundial] Ha obstaculizado el crecimiento y progreso de otros Estados creando un sistema mundial injusto y abusando de los organismos internacionales y desarrollando sus propios sistemas intelectuales–culturales”, criticó el lunes Seyed Ebrahim Raisi.
En su intervención en la clausura de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos), el jefe del Gobierno iraní avisó que la dominación cultural es la peor forma de “opresión e injusticia”.
Instó a las entidades internacionales a respetar la soberanía cultural y educativa de los países y proteger a las naciones de la invasión cultural.
Conforme al mandatario persa, un desarrollo que carezca de la moralidad y la espiritualidad no durará mucho y resultará en el colapso de la sociedad.
Hizo hincapié en que para evolucionar la educación hay que impulsar valores morales como el respeto a la familia, la protección del medio ambiente, el establecimiento de la igualdad, el rechazo a la violencia y el extremismo y la promoción de la seguridad en Internet.
Avisó que impulsar un sistema educativo con base en las recomendaciones internacionales y sin tener en cuenta las culturas nacionales e indígenas simultáneamente perjudica seriamente a las naciones.
En esta misma línea, Raisi criticó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por las Naciones Unidas, por tener enfoques “unidimensionales” y “seculares”, y detalló que la República Islámica ha elaborado su propia agenda educativa basada en los principios iraníes e islámicos.
Alabó a la antigua civilización iraní por haber sido fundada sobre la base de la ciencia y el conocimiento y destacó que esa civilización creció gracias a la cultura islámica.
Raisi agregó que el Islam invita a la humanidad a adquirir conocimientos con el objetivo de lograr la igualdad, difundir la espiritualidad y traer prosperidad y desarrollo.
El mandatario persa arribó el lunes a Nueva York para asistir al 77.º periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU).
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