En 19 de agosto de 1953, las agencias de inteligencia británicas y estadounidenses ayudaron a planear y ejecutar un golpe de Estado en el país persa, lo que desencadenó en una serie de eventos, incluyendo disturbios en las calles de Teherán (capital), lo que llevó al derrocamiento y arresto de Mosaddeq.
El primer ministro, quien fue declarado culpable de traición por un tribunal militar, pasó tres años en un régimen de aislamiento y luego murió bajo arresto domiciliario en 1967.

Mosaddeq había desempeñado un papel clave en el movimiento del país en 1951 que dio lugar a la nacionalización de la industria petrolera de Irán, que estuvo en poder de empresas británicas.
Los expertos dicen que el golpe de Estado de 1953 tenía como objetivo asegurarse de que la monarquía iraní iba a salvaguardar los intereses petroleros del Occidente en el país.
En agosto de 2013, después de seis décadas, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) reconoció su papel en el golpe de Estado contra el primer ministro iraní, Mohamad Mosadeq, en 1953.
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