Floyd, de 46 años, murió en mayo mientras era arrestado por la Policía de la ciudad de Mineápolis, en el estado de Minnesota (norte). Un agente blanco le aplastó el cuello con su rodilla durante casi nueve minutos mientras él decía “no puedo respirar”.
“La técnica de ‘rodilla en el cuello’ no es nada nuevo: La misma camarilla —que ha admitido ‘mentir, engañar, robar’ habitualmente— ha estado empleando la misma (táctica) contra 80 millones de iraníes durante 2 años, llamándola ‘presión máxima’”, ha tuiteado este lunes el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, refiriéndose a las severas sanciones reimpuestas contra Teherán desde mayo de 2018.
Sin embargo, el jefe de la Diplomacia persa ha enfatizado que tal medida no ha podido arrodillar a la República Islámica y “tampoco humillará a los afroamericanos”.
The “knee-on-neck” technique is nothing new: Same cabal—who've admitted to habitually “lie, cheat, steal"—have been employing it on 80M Iranians for 2 yrs, calling it “maximum pressure”.
— Javad Zarif (@JZarif) June 1, 2020
It hasn't brought us to our knees. Nor will it abase African-Americans.#WorldAgainstRacism pic.twitter.com/SiKEHmXkdj
El asesinato de Floyd ha generado amplias protestas a lo largo de todo EE.UU., e incluso más allá en contra del racismo, la xenofobia y los abusos policiales contra las minorías raciales.
La Policía norteamericana reprime brutalmente estas manifestaciones. Además, Trump ha avivado la llama de las protestas, tachando de “matones” a los manifestantes y amenazando con emitir orden de tiroteo, si no cesan las marchas, entre otras declaraciones contra los manifestantes.
Teherán ha arremetido contra EE.UU. por promover la violencia tanto dentro de su territorio como en el extranjero, y este lunes, el portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi, ha instado a Washington a que “deje respirar” a su pueblo.
Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán llamó el domingo al inquilino de la Casa Blanca a escuchar la voz de su gente, en vez de intimidarla.
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