“Tras esta epopeya, la Revolución Islámica volvió a crecer y extendió la influencia de Irán hasta al este del Mediterráneo e hizo fracasar todas las políticas de los enemigos, basadas en la intimidación, invasión y las sanciones”, ha indicado este sábado el general de brigada Husein Salami.
En un discurso pronunciado en un acto oficial en Teherán, la capital persa, el militar iraní ha conmemorado el aniversario de la epopeya del 9 de dey de 1388 (30 de diciembre de 2009), fecha en que el pueblo iraní paralizó los intentos desestabilizadores, orquestados desde el exterior, contra la República Islámica.
La Revolución Islámica de Irán (1979), destaca el general, además de aumentar el poderío de Irán en el mundo ha provocado grandes cambios en distintos países de la región, como Irak, Siria y Yemen.
Tras esta epopeya, la Revolución Islámica volvió a crecer y extendió la influencia de Irán hasta al este del Mediterráneo e hizo fracasar todas las políticas de los enemigos, basadas en la intimidación, invasión y las sanciones”, ha indicado el subcomandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), el general de brigada Husein Salami.
“Gracias a la Revolución Islámica, se han formado muchas fuerzas potentes en Irak, Siria y Yemen, lo que ha cambiado el equilibrio del poder. Hoy en día, nuestros enemigos son testigos de que la autoridad de Irán se ha expandido hasta miles de kilómetros fuera de sus fronteras e intentan realizar un complot por dentro, pero la nación persa aprovecha cualquier amenaza como una oportunidad”, ha agregado.
Después de las elecciones presidenciales de junio de 2009, alborotadores convocados por medios extranjeros intentaron, de forma burda, poner en entredicho la credibilidad de los comicios presidenciales del mismo año y se congregaron en algunas calles de la capital persa, Teherán.
En respuesta, el pueblo iraní tomó el 30 de diciembre de 2009 las calles del país para repudiar los actos violentos protagonizados por esos grupos y manifestar, una vez más, su apoyo a la República Islámica y al Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
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