2019 fue un año con gran inestabilidad para Perú. Hubo temblores, como el que se sintió con 6 grados de magnitud en Palpa y que dejó 8 heridos. También la política se tambaleó en febrero con las reformas a favor de la lucha contra la corrupción del presidente Martín Vizcarra.
En medio de la batalla, la Justicia procesó al expresidente Alan García por su involucración en el escándalo de Odebrecht. El exmandatario no aguantó el juicio y se suicidó con una pistola, sacudiendo a la opinión pública en abril.
Días después, el Poder Judicial dictó prisión preventiva de 36 meses contra otro expresidente Pedro Pablo Kuczynski para evitar sucesos de esta índole.
La lucha contra la corrupción continuó en julio y otro expresidente Alejandro Toledo fue arrestado en Estados Unidos por un mandato de extradición solicitado por Perú para ser juzgado en el caso de Odebrecht.
El presidente Martín Vizcarra propuso una reforma constitucional para adelantar las elecciones generales para el año 2020.
La tensión aumentó en agosto, cuando el Ejecutivo promulgó las leyes de reforma política referidas a la democracia interna de los partidos, la inscripción y cancelación, la paridad y alternancia y el financiamiento. Todo esto, otra vez, para frenar la corrupción.
En septiembre, el temblor se produce cuando Vizcarra anunció plantear una cuestión de confianza para modificar la elección de los miembros del Tribunal Constitucional, para que los magistrados no sean determinados por el Congreso.
Esto no ocurrió. El pleno del Congreso eligió a Gonzalo Ortiz de Zevallos miembro del Tribunal Constitucional. Por consiguiente, el mandatario, en respuesta a una segunda negativa a la cuestión de confianza, anunció la disolución del Congreso y la convocatoria a elecciones extraordinarias el 26 de enero de 2020.
En respuesta, el Congreso resiste y suspende al presidente Martín Vizcarra por “incapacidad temporal”. Mercedes Aráoz juramenta como “presidenta encargada”. Sin embargo, dimite ya que la suspensión ocurre después de la disolución y el Ejército respalda a Vizcarra.
Después llega una relativa calma en octubre, cuando se oficializan los nuevos ministros del Gabinete tras los episodios de tensiones. En noviembre, los partidos presentan a sus candidatos.
En diciembre, los sondeos indican que un 65 % de la población está insatisfecha con los aspirantes presentados. Así que habrá que esperar hasta las últimas semanas a las elecciones, cuando se intensifiquen los debates y las campañas electorales.
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