“Necesitamos su protección. Protéjannos, protéjannos. Los necesitamos”, ha dicho Abás durante una reunión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza).
Necesitamos su protección. Protéjannos, protéjannos. Los necesitamos”, pide el presidente de Palestina, Mahmud Abás.
En este contexto, ha exigido también al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que establezca inmediatamente “un régimen de protección internacional para el pueblo palestino”.
El mandatario palestino ha tildado de “inútil” dedicar más tiempo a las negociaciones palestino-israelíes en la situación actual, marcada por una tensión creciente.
Las circunstancias presentes no deben persistir, alerta Abás, so pena de poner en peligro “toda esperanza de una solución con dos Estados” entre Palestina y el régimen de Israel, a su juicio.
Por su parte, el alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Husein, se ha referido a la violencia que afecta a los territorios palestinos y ha recalcado que, de no cesar de inmediato esta situación, se producirá una “catástrofe”.
La coyuntura “es extremadamente peligrosa porque es una confrontación que se alimenta del mecanismo humano más emotivo: el miedo”, ha señalado Al-Husein, para después rogar a ambas partes que pongan fin a la crisis y a la violencia.
Deben cesar las acciones de los colonos [israelíes] de Jerusalén Este (Al-Quds), debe cesar el recurso excesivo a la policía israelí, deben cesar las demoliciones de casas [palestinas] y también el bloqueo de Gaza”, ha recalcado el alto comisionado de la ONU para Derechos Humanos, Zeid Raad al-Husein.
“Deben cesar las acciones de los colonos [israelíes] de Jerusalén Este (Al-Quds), debe cesar el recurso excesivo a la policía israelí, deben cesar las demoliciones de casas [palestinas] y también el bloqueo de Gaza”, ha subrayado Al-Husein.
La demolición sistemática de casas palestinas y la construcción de asentamientos ilegales para alojar a colonos son dos medidas habituales del régimen de Tel Aviv para expulsar a los palestinos de su tierra. A estas medidas se han añadido recientemente los ataques de militares israelíes y la profanación de la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds, por colonos y fuerzas israelíes.
Estas acciones israelíes han desencadenado la ira del pueblo palestino. El Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) llamó el 9 de octubre a la nación palestina a lanzar una Intifada (“levantamiento”) con el fin de “liberar Al-Quds”, tras décadas de ocupación bajo el régimen de Tel Aviv.
Abás anunció el pasado sábado que Israel tiene que cumplir con cuatro condiciones para que él frene la Intifada: mandar observadores internacionales a la Mezquita Al-Aqsa; prohibir la entrada de los colonos israelíes a dicho lugar sagrado; detener la construcción de asentamientos ilegales, y liberar al cuarto grupo de los presos palestinos en cárceles israelíes.
Cabe mencionar que, desde el inicio de la Tercera Intifada, conocida como la “Intifada de Al-Quds”, han muerto 64 palestinos y miles más han resultado heridos.
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