Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, el régimen israelí está utilizando la ayuda humanitaria como una herramienta de guerra, bloqueando la llegada de asistencia a los ciudadanos.
Gaza hoy es sinónimo de frío, hambre y bombas. Mientras se agravan las agresiones aéreas para millones de civiles, tambien lo hace la crisis humanitaria en la franja palestina. Según las Naciones Unidas, una gran parte de la población gazatí está al borde de la hambruna, una situación peligrosa debido a la escasez de ayuda humanitaria.
Mientras tanto, las autoridades israelíes han negado el acceso a Gaza a casi el doble de misiones humanitarias en comparación con julio.
La crisis humanitaria se ahonda ante la grave escasez de agua en el norte de Gaza. La distribución diaria de agua se ha desplomado a solo 638 metros cúbicos, en comparación con los 380 000 que había en toda Gaza antes de la guerra.
De acuerdo a las últimas cifras, más de 1,8 millones de personas están experimentando niveles de crisis alimentaria crítica, con el 70 % de los campos de cultivo destruidos y los medios de vida dañados. A medida que se acerca el invierno, el horror en Gaza continúa sin un final a la vista. El acceso a la ayuda humanitaria es una lucha diaria.
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