El ataque, perpetrado este miércoles, ha tenido como objetivo un centro de distribución de ayuda de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) en la ciudad de Rafah, en sur de la Franja de Gaza, y ha matado a al menos 5 personas, entre ellos un adolescente de 15 años y un empleado de la agencia humanitaria, mientras que otras 22 personas han resultado heridas.
“El ataque de hoy contra uno de los pocos centros de distribución de la UNRWA que quedan en la Franja de Gaza se produce cuando los suministros de alimentos se están agotando, el hambre es generalizada y, en algunas zonas, se está convirtiendo en hambruna”, ha dicho el comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini.
Ha denunciado que el ataque se produjo a pesar de que el ejército israelí había recibido un día antes “las coordenadas de esta instalación”, otra prueba que indica que Israel ataca deliberadamente los edificios de las Naciones Unidas, incluidas las estructuras de la UNRWA en Gaza.
Lazzarini ha denunciado que Israel ha matado a más de 400 civiles palestinos mientras buscaban refugio en las instalaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Gaza en los últimos cinco meses, y ha destruido total o parcialmente más de 150 estructuras de la agencia a pesar de tener un estatus protegido según el Derecho Internacional.
El ataque se produce mientras el régimen de Israel intenta acabar con el trabajo de la UNRWA en Gaza, acusando, sin prueba alguna, a varios empleados de la agencia de estar implicado en la ofensiva palestina ‘Tormenta de Al-Aqsa’ contra Israel, el pasado 7 de octubre, lo que rechaza categóricamente el organismo humanitario.
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