Según ha informado este domingo la agencia palestina de noticias Maan, el régimen israelí revocará los permisos que permiten a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) empezar un nuevo período escolar a partir del próximo año.
En respuesta a esta medida, el portavoz de la aludida agencia, Sami Meshasha, ha condenado en duros términos, la misma jornada, la decisión israelí y ha señalado que la misma viola la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados.
“La existencia de la UNRWA en Al-Quds no es un regalo de Israel (…) hay acuerdos bilaterales obligatorios para que Israel respete las instalaciones, la jurisdicción y la inmunidad de la UNRWA en Al-Quds (…) además, Israel es una de las partes de la Convención de Refugiados, y dichos intentos violan esta convención”, ha señalado el vocero.
Asimismo, Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha declarado a la agencia oficial palestina de noticias, Wafa, que la decisión israelí supone “un insulto directo a la comunidad internacional”.
La existencia de la UNRWA en Al-Quds (Jerusalén) no es un regalo de Israel (…) hay acuerdos bilaterales obligatorios para que Israel respete las instalaciones, la jurisdicción y la inmunidad de la UNRWA en Al-Quds (…) además, Israel es una de las partes de la Convención de Refugiados, y dichos intentos violan esta convención”, ha anunciado el portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, (UNRWA, por sus siglas en inglés).
“Esta etapa provocativa apunta deliberadamente a los refugiados palestinos y sus derechos garantizados por el derecho internacional y humanitario (…) también apunta a Jerusalén y sus instituciones en el marco de la estrategia del estado ocupante de judaizar la Ciudad Santa, promover la política de limpieza étnica, desplazamiento forzado, extender el control sobre todos los aspectos de la vida e imponer nuevos hechos sobre el territorio”, ha afirmado Ashrawi.
Este plan israelí es el último golpe que el régimen de Tel Aviv asesta a la agencia después de la decisión del año pasado del Gobierno de EE.UU. de detener su financiamiento.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha intentado presionar a los palestinos con el reconocimiento en diciembre de 2017 de Al-Quds como la “capital” de Israel y recortando su ayuda financiera a Gaza y Cisjordania, valorada en más de 200 millones de dólares.
La UNRWA administra siete escuelas en dos campos de refugiados en los territorios ocupados de Al-Quds y atiende a un total de 3000 estudiantes.
fmd/anz/mnz/rba
