Según informó ayer viernes Haaretz, ciertos Estados árabes de Oriente Medio han advertido recientemente a Washington de que divulgar un plan que no cumpla las expectativas de los palestinos podría agravar aún más las tensiones de la región.
"Si la Administración de (el presidente de EE.UU. Donald) Trump presenta un plan sin Jerusalén (Al-Quds) y sin (solución para los) refugiados (palestinos), provocará un terremoto cuya repercusión socavará la estabilidad de toda la región”, estima un responsable palestino citado por el diario israelí.
Esta información sale a la luz días después de que medios israelíes publicaran que Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto y Jordania habían garantizado al asesor y yerno de Trump, Jared Kushner, que respaldarían el plan de Washington.
Kushner y otro enviado estadounidense, Jason Greenblatt, iniciaron el pasado 19 de junio una gira por varios países árabes de Oriente Medio para ultimar el llamado “acuerdo del siglo”, cuya meta es obligar a los palestinos a reconocer el régimen israelí y abrogar sus derechos en sus ocupados territorios.
Si la Administración de (el presidente de EE.UU. Donald) Trump presenta un plan sin Jerusalén (Al-Quds) y sin (solución para los) refugiados (palestinos), provocará un terremoto cuya repercusión socavará la estabilidad de toda la región”, estima un responsable palestino citado por el diario israelí Haaretz.
Haaretz, no obstante, ha informado ahora de que los líderes de esos países árabes, enfrentados a “conflictos internos”, han confesado no estar preparados de momento para plantar cara a los desafíos que previsiblemente causaría un intento de imponer ese plan proisraelí.
Las autoridades palestinas han rechazado en reiteradas ocasiones el “plan de paz” de EE.UU., además de señalar que medidas de esta índole no son más que “una pérdida de tiempo”.
Para los palestinos, EE.UU. ha quedado deslegitimado para mediar en un hipotético proceso de paz al colocarse del lado israelí, reconocer la ocupada ciudad palestina de Al-Quds como capital del régimen de Tel Aviv y trasladar allí la embajada norteamericana.
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