Un militar de alto rango de las fuerzas de la guerra del régimen de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) ha dicho que el Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha utilizado los tres últimos años para desarrollar sus túneles y reforzar sus programas de misiles, informó el martes la Cadena 2 israelí.
Israel ha lanzado tres guerras contra la Franja de Gaza desde 2008. Desde 2007, el régimen israelí mantiene un bloqueo a la Franja de Gaza que impide a los ciudadanos de esa región ejercer sus principales derechos, entre ellos, al trabajo, la salud, la educación y la libertad de circulación.
Esto prueba la gran pérdida y fracaso del enemigo sionista”, dice Abu Obaida, el portavoz de las Brigadas de Ezzedin Al-Qassam, brazo militar de HAMAS.
Una gran parte del arsenal de HAMAS se ha restaurado con materiales improvisados ya encontrados en la Franja de Gaza, pero los funcionarios israelíes temen que la relajación de tensiones entre HAMAS y Egipto pueda dar lugar a la apertura del paso fronterizo de Rafah, lo que podría reforzar la importación de materiales para hacer frente a las agresiones.
Mostrar a HAMAS como un “movimiento belicista” se ha convertido en la principal doctrina del régimen de Tel Aviv. Uno de los objetivos de esta estrategia es allanar el camino para llevar a cabo otra ofensiva contra la Resistencia a fin de garantizar su ocupación, según los analistas.
HAMAS demostró el martes su poderío militar disuasivo en una manifestación conmemorativo celebrada en honor de un experto de drones del movimiento asesinado en diciembre de 2016 en Túnez por el Mossad (servicio de inteligencia israelí).
En alusión al informe publicado por la Cadena 2, Abu Obaida, el portavoz de las Brigadas de Ezzedin Al-Qassam, brazo militar de HAMAS, dijo a los miembros de esta en la manifestación que la Resistencia palestina ganó la guerra de 2014.
“Esto prueba la gran pérdida y fracaso del enemigo sionista”, destacó Abu Obaida.
Como consecuencia de los 51 días de ataques militares a la Franja de Gaza entre el 8 de julio y el 26 de agosto de 2014, más de dos mil palestinos perdieron la vida y otros 11.000 resultaron heridos. Además, más de 1000 niños palestinos fueron discapacitados y se destruyeron unas 108.000 casas.
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